1 de 1 copias disponibles
Diálogos en el Palatino: De candidatos y magistrados
Parecía que iba a ser otro día insoportable de calor, aquel veinte de julio del año 455 d J.C. Pese a lo temprano de la hora el sol se hacía sentir con toda su fuerza y, por eso, gotas de sudor salpicaban el rostro de Espúreo Casio cuando éste golpeó la puerta de la vivienda de Marco Publio Venator, ubicada en la ladera del monte Palatino. Cuando el dueño de casa abrió, el joven dijo atropelladamente: –Disculpe la tardanza maestro, pero no hallo a Ovidio Póstumo por ningún lado, hasta –aquí se ruborizó- me atreví a pasar por lo de Laetitia, pero su tía me dijo que tampoco se encontraba y que no había dormido allí... –La vista de dos cuerpos tendidos en sendos divanes colocados en la parte más fresca del atrio lo hizo interrumpirse abruptamente [...]
- Formato: PDF
- Tamaño: 35 Kb.
Parecía que iba a ser otro día insoportable de calor, aquel veinte de julio del año 455 d J.C. Pese a lo temprano de la hora el sol se hacía sentir con toda su fuerza y, por eso, gotas de sudor salpicaban el rostro de Espúreo Casio cuando éste golpeó la puerta de la vivienda de Marco Publio Venator, ubicada en la ladera del monte Palatino. Cuando el dueño de casa abrió, el joven dijo atropelladamente: –Disculpe la tardanza maestro, pero no hallo a Ovidio Póstumo por ningún lado, hasta –aquí se ruborizó- me atreví a pasar por lo de Laetitia, pero su tía me dijo que tampoco se encontraba y que no había dormido allí... –La vista de dos cuerpos tendidos en sendos divanes colocados en la parte más fresca del atrio lo hizo interrumpirse abruptamente [...]