Diccionario panhispánico del español jurídico

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Criminalidad organizada. Aspectos jurídicos y criminológicos

por López Muñoz, Julián

Libro
ISBN: 9788490852859
Madrid Dykinson 2015

Uno de los inconvenientes surgidos en los países postindustriales, tras el fenómeno de la globalización y la integración de mercados, flujos y control de fronteras, ha sido la criminalidad organizada transnacional. Frente a ella son necesarias la utilización de instrumentos jurídicos supranacionales, y acuerdos intergubernamentales que hagan efectiva la aplicación del Derecho con las máximas garantías para los ciudadanos. No es fácil poner en funcionamiento técnicas legislativas procesales sin una calificación tasada del concepto de crimen organizado, organización criminal, criminalidad organizada, delincuencia organizada y un amplio abanico de significantes, para que no den lugar a interpretaciones arbitrarias, tendenciosas o caprichosas.
La Convención suscrita en Palermo, en diciembre de 2000, definió, con parámetros clarificadores, el crimen organizado, no obstante países que están integrados en la ONU como, por ejemplo, algunos situados en Centroamérica, aun no se han sumado a esta corriente jurídica en sus legislaciones, para hacer valer la concreción del Derecho en su lucha contra la criminalidad.
En España, siguiendo la definición meridiana y descriptiva de Naciones Unidas, se ha introducido en el Derecho Penal una tipificación delictiva relativa a las organizaciones y grupos criminales, contenida en la Ley Orgánica 5/2010, que supera lo señalado por ese Alto Organismo. Y así como la ONU sintetiza para esta delincuencia la realización de delitos, nuestra legislación lo amplía también a la materialización de faltas. Diferenciando en su apreciación y centrándose en la situación de estabilidad y permanencia de los miembros que compongan esa junta de delincuentes, para encuadrarlos en una organización o en un grupo.
Hacer frente a este tipo de criminalidad procedente de organizaciones tan diversas como son las Organizaciones de Jerarquía Estándar con fuertes sistemas de disciplina interna en las que la violencia es esencial para su mantenimiento, Agrupaciones Jerárquicas o Jerarquías de Racimos donde existe cierta autonomía para los grupos que las componen, organizaciones de tipo Grupo Central con estructura plana en su sistema orgánico, los Racimos Criminales y otras; requiere un sistema procesal que ampare y potencie figuras jurídicas como el Agente Encubierto, el Agente Provocador, el Agente de Inteligencia, o el simple colaborador dirigido por la Policía Judicial, y conceda carta de naturaleza al informe de inteligencia criminal, y a otras medidas extraordinarias que puedan estar amparadas por el principio de legalidad.

Tabla de Contenidos

I. CRIMINALIDAD ORGANIZADA
1.1. Conceptos de criminalidad organizada
1.1.1. Legislación de las Naciones Unidas
1.1.2. Legislación Europea
1.2. De la asociación ilícita a la organización y grupo
1.2.1. Organización criminal
1.2.2. Grupo Criminal
1.2.3. Diferencia entre Organización y Grupo Criminal
1.2.4. El bien jurídico tutelado: el orden público
1.2.5. Penología
1.2.6. El Concepto de Organización Criminal en la Jurisprudencia anterior a la L.O. 5/2010
1.2.7. Directrices de la Fiscalía General del Estado
1.2.8. Legislación Comparada
1.2.9. Organización o Grupo Criminal versus Codelincuencia
1.2.10. Tipología de organizaciones criminales.....
1.3. Necesidad global
1.4. Características de la criminalidad organizada
1.4.1. Medios personales y materiales
1.4.2. Coberturas
1.4.3. Uso de la violencia
1.4.4. Valores criminales
1.4.5. Ataque al Estado
1.4.6. Estructuras de asentamiento criminal

II. LUCHA CONTRA LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA
2.1. El Agente Encubierto
2.1.1. Ámbito objetivo
2.1.2. Autorización previa
2.1.3. Actuación bajo identidad supuesta
2.1.4. Control de su ejercicio
2.1.5. Requisitos Específicos del Agente
2.1.6. Limitaciones y restricciones

III. EL AGENTE PROVOCADOR
3.1. Configuración de la provocación y el delito provocado
3.2. Comparativa entre Agente Encubierto y Agente Provocador
3.3. Aspecto jurídico-penal
3.4. Reflexiones sobre el Agente Provocador

IV. LA ENTREGA VIGILADA
4.1. Pertinencia de la entrega vigilada
4.2. Términos de autorización
4.3. Aspectos prácticos


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Uno de los inconvenientes surgidos en los países postindustriales, tras el fenómeno de la globalización y la integración de mercados, flujos y control de fronteras, ha sido la criminalidad organizada transnacional. Frente a ella son necesarias la utilización de instrumentos jurídicos supranacionales, y acuerdos intergubernamentales que hagan efectiva la aplicación del Derecho con las máximas garantías para los ciudadanos. No es fácil poner en funcionamiento técnicas legislativas procesales sin una calificación tasada del concepto de crimen organizado, organización criminal, criminalidad organizada, delincuencia organizada y un amplio abanico de significantes, para que no den lugar a interpretaciones arbitrarias, tendenciosas o caprichosas.
La Convención suscrita en Palermo, en diciembre de 2000, definió, con parámetros clarificadores, el crimen organizado, no obstante países que están integrados en la ONU como, por ejemplo, algunos situados en Centroamérica, aun no se han sumado a esta corriente jurídica en sus legislaciones, para hacer valer la concreción del Derecho en su lucha contra la criminalidad.
En España, siguiendo la definición meridiana y descriptiva de Naciones Unidas, se ha introducido en el Derecho Penal una tipificación delictiva relativa a las organizaciones y grupos criminales, contenida en la Ley Orgánica 5/2010, que supera lo señalado por ese Alto Organismo. Y así como la ONU sintetiza para esta delincuencia la realización de delitos, nuestra legislación lo amplía también a la materialización de faltas. Diferenciando en su apreciación y centrándose en la situación de estabilidad y permanencia de los miembros que compongan esa junta de delincuentes, para encuadrarlos en una organización o en un grupo.
Hacer frente a este tipo de criminalidad procedente de organizaciones tan diversas como son las Organizaciones de Jerarquía Estándar con fuertes sistemas de disciplina interna en las que la violencia es esencial para su mantenimiento, Agrupaciones Jerárquicas o Jerarquías de Racimos donde existe cierta autonomía para los grupos que las componen, organizaciones de tipo Grupo Central con estructura plana en su sistema orgánico, los Racimos Criminales y otras; requiere un sistema procesal que ampare y potencie figuras jurídicas como el Agente Encubierto, el Agente Provocador, el Agente de Inteligencia, o el simple colaborador dirigido por la Policía Judicial, y conceda carta de naturaleza al informe de inteligencia criminal, y a otras medidas extraordinarias que puedan estar amparadas por el principio de legalidad.

Tabla de Contenidos

I. CRIMINALIDAD ORGANIZADA
1.1. Conceptos de criminalidad organizada
1.1.1. Legislación de las Naciones Unidas
1.1.2. Legislación Europea
1.2. De la asociación ilícita a la organización y grupo
1.2.1. Organización criminal
1.2.2. Grupo Criminal
1.2.3. Diferencia entre Organización y Grupo Criminal
1.2.4. El bien jurídico tutelado: el orden público
1.2.5. Penología
1.2.6. El Concepto de Organización Criminal en la Jurisprudencia anterior a la L.O. 5/2010
1.2.7. Directrices de la Fiscalía General del Estado
1.2.8. Legislación Comparada
1.2.9. Organización o Grupo Criminal versus Codelincuencia
1.2.10. Tipología de organizaciones criminales.....
1.3. Necesidad global
1.4. Características de la criminalidad organizada
1.4.1. Medios personales y materiales
1.4.2. Coberturas
1.4.3. Uso de la violencia
1.4.4. Valores criminales
1.4.5. Ataque al Estado
1.4.6. Estructuras de asentamiento criminal

II. LUCHA CONTRA LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA
2.1. El Agente Encubierto
2.1.1. Ámbito objetivo
2.1.2. Autorización previa
2.1.3. Actuación bajo identidad supuesta
2.1.4. Control de su ejercicio
2.1.5. Requisitos Específicos del Agente
2.1.6. Limitaciones y restricciones

III. EL AGENTE PROVOCADOR
3.1. Configuración de la provocación y el delito provocado
3.2. Comparativa entre Agente Encubierto y Agente Provocador
3.3. Aspecto jurídico-penal
3.4. Reflexiones sobre el Agente Provocador

IV. LA ENTREGA VIGILADA
4.1. Pertinencia de la entrega vigilada
4.2. Términos de autorización
4.3. Aspectos prácticos


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