Diccionario panhispánico del español jurídico

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De las “fazañas” a las “ficciones legales”: textos jurídicos y cuentos orientales

por Lacarra, María Jesús

Artículo
ISSN: 1889-0016
Madrid Iustel 2013
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La historia de los orígenes de la prosa en lengua vulgar debe iniciarse dirigiendo la mirada hacia las primeras normas jurídicas que desde finales del XII se redactarán en una lengua comprensible para la mayoría, lo que en las poblaciones reconquistadas supondrá el abandono del latín. En el laconismo de muchos de estos tempranos ejemplos no es fácil descubrir preocupaciones artísticas; sin embargo, los textos jurídicos vernáculos suponen el primer discurso de la prosa medieval en castellano y sin ellos no podrían entenderse desarrollos posteriores con mayor especificidad literaria, desde los libros de leyes a los cantares de gesta o las crónicas. Son documentos lingüísticos imprescindibles para analizar la construcción de la lengua vernácula y el proceso de fijación idiomática, al igual que, gracias a ellos, conocemos numerosas costumbres y modos de vida cotidiana, que en ocasiones se relatan como breves formas narrativas (fazañas). Como acertadamente resume Fernando Gómez Redondo, “estas tres razones –a) la regulación idiomática, b) la creación del espacio de la escritura y c) la articulación del contenido de una realidad nueva– convierten al fuero en una pieza fundamental del engranaje de formación del discurso prosístico y de su posterior desarrollo”. Mi propósito en este breve artículo es estudiar el sugerente mundo de las fazañas y establecer sus posibles vínculos con los orígenes de la cuentística medieval, estrechamente relacionados con modelos orientales; son dos esferas distantes, pero que muestran en ocasiones una sorprendente interdependencia. [...]


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La historia de los orígenes de la prosa en lengua vulgar debe iniciarse dirigiendo la mirada hacia las primeras normas jurídicas que desde finales del XII se redactarán en una lengua comprensible para la mayoría, lo que en las poblaciones reconquistadas supondrá el abandono del latín. En el laconismo de muchos de estos tempranos ejemplos no es fácil descubrir preocupaciones artísticas; sin embargo, los textos jurídicos vernáculos suponen el primer discurso de la prosa medieval en castellano y sin ellos no podrían entenderse desarrollos posteriores con mayor especificidad literaria, desde los libros de leyes a los cantares de gesta o las crónicas. Son documentos lingüísticos imprescindibles para analizar la construcción de la lengua vernácula y el proceso de fijación idiomática, al igual que, gracias a ellos, conocemos numerosas costumbres y modos de vida cotidiana, que en ocasiones se relatan como breves formas narrativas (fazañas). Como acertadamente resume Fernando Gómez Redondo, “estas tres razones –a) la regulación idiomática, b) la creación del espacio de la escritura y c) la articulación del contenido de una realidad nueva– convierten al fuero en una pieza fundamental del engranaje de formación del discurso prosístico y de su posterior desarrollo”. Mi propósito en este breve artículo es estudiar el sugerente mundo de las fazañas y establecer sus posibles vínculos con los orígenes de la cuentística medieval, estrechamente relacionados con modelos orientales; son dos esferas distantes, pero que muestran en ocasiones una sorprendente interdependencia. [...]


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