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La gestación subrogada en Francia, paradojas y restricciones
Desde Sófocles y Edipo hasta las crónicas familiares de Zola, pasando por Shakespeare y Hamlet, la filiación siempre ha sido objeto de reflexión y controversia en cuanto a su significado y, por ende, su esencia. El final del siglo XX, con sus transformaciones científicas y tecnológicas, no ha cambiado este hecho, como demuestran los actuales debates sobre la gestación subrogada en Francia. En realidad, más que de controversia, quizá habría que hablar de obviedad desde el momento en que nos referimos a la gestación subrogada. Efectivamente, podría sorprender que se hable en términos de debate en este campo en el que las cosas parecen tan claras y asentadas. En primer lugar, con relación al concepto en sí mismo: aunque la expresión «gestación subrogada», también gestación o maternidad por sustitución, abarca diversas prácticas2, todas tienen esencialmente en común el hecho de que una mujer, llamada por lo general «madre portadora», lleva a cabo la gestación de un niño por cuenta de uno o varios «padres intencionales» a quienes se les entregará al nacer. Lo más habitual es recurrir en este caso a la reproducción asistida, que conlleva la implantación de un embrión, obtenido por fecundación in vitro o inseminación, en el útero de la madre portadora. También es perfectamente posible abordar la gestación subrogada como el proyecto de una persona soltera. […]
I. INTRODUCCION
II. EL MANTENIMIENTO DE UNA PROHIBICIÓN ESTRICTA DE LA GESTACIÓN SUBROGADA
1. Salvaguardar la indisponibilidad del cuerpo humano y la indisponibilidad del estado civil de las personas
2. La consagración de una concepción restringida de la maternidad
III. LA ADMISIÓN OBLIGADA DE CIERTOS EFECTOS DERIVADOS DE LA GESTACIÓN SUBROGADA
1. Los efectos reconocidos
2. Las incertidumbres perduran
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Desde Sófocles y Edipo hasta las crónicas familiares de Zola, pasando por Shakespeare y Hamlet, la filiación siempre ha sido objeto de reflexión y controversia en cuanto a su significado y, por ende, su esencia. El final del siglo XX, con sus transformaciones científicas y tecnológicas, no ha cambiado este hecho, como demuestran los actuales debates sobre la gestación subrogada en Francia. En realidad, más que de controversia, quizá habría que hablar de obviedad desde el momento en que nos referimos a la gestación subrogada. Efectivamente, podría sorprender que se hable en términos de debate en este campo en el que las cosas parecen tan claras y asentadas. En primer lugar, con relación al concepto en sí mismo: aunque la expresión «gestación subrogada», también gestación o maternidad por sustitución, abarca diversas prácticas2, todas tienen esencialmente en común el hecho de que una mujer, llamada por lo general «madre portadora», lleva a cabo la gestación de un niño por cuenta de uno o varios «padres intencionales» a quienes se les entregará al nacer. Lo más habitual es recurrir en este caso a la reproducción asistida, que conlleva la implantación de un embrión, obtenido por fecundación in vitro o inseminación, en el útero de la madre portadora. También es perfectamente posible abordar la gestación subrogada como el proyecto de una persona soltera. […]
I. INTRODUCCION
II. EL MANTENIMIENTO DE UNA PROHIBICIÓN ESTRICTA DE LA GESTACIÓN SUBROGADA
1. Salvaguardar la indisponibilidad del cuerpo humano y la indisponibilidad del estado civil de las personas
2. La consagración de una concepción restringida de la maternidad
III. LA ADMISIÓN OBLIGADA DE CIERTOS EFECTOS DERIVADOS DE LA GESTACIÓN SUBROGADA
1. Los efectos reconocidos
2. Las incertidumbres perduran