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El "uso de la fuerza" en el informe del Secretario General de Naciones Unidas preparatorio de la cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno (septiembre de 2005)
El 8 de septiembre de 2000 los Estados miembros de la Organización de Naciones Unidas aprobaron la Declaración del Milenio . Hermoso texto, en el que en los albores de los próximos mil años los Jefes de Estado y de Gobierno reunidos en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, reafirmaron su adhesión a los propósitos y principios de la Carta de Naciones Unidas , proclamaron como esenciales para las relaciones internacionales del siglo XXI determinados valores fundamentales y formularon una serie de objetivos clave para plasmar en acciones esos valores comunes siendo uno de ellos el de la “paz, la seguridad y el desarme”. [...]
I. El Informe (…).
II. De las seguridades que en él se perciben.
1. Tanto de las compartidas (…).
2. Como de las discutibles.
III. A las ambigüedades.
1. De la “obligación de proteger” a la eventualidad de un Consejo de Seguridad paralizado.
2. ¿Qué debemos entender por “ratificar”?
IV. Epílogo: de Galileo a Gordio.
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El 8 de septiembre de 2000 los Estados miembros de la Organización de Naciones Unidas aprobaron la Declaración del Milenio . Hermoso texto, en el que en los albores de los próximos mil años los Jefes de Estado y de Gobierno reunidos en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, reafirmaron su adhesión a los propósitos y principios de la Carta de Naciones Unidas , proclamaron como esenciales para las relaciones internacionales del siglo XXI determinados valores fundamentales y formularon una serie de objetivos clave para plasmar en acciones esos valores comunes siendo uno de ellos el de la “paz, la seguridad y el desarme”. [...]
I. El Informe (…).
II. De las seguridades que en él se perciben.
1. Tanto de las compartidas (…).
2. Como de las discutibles.
III. A las ambigüedades.
1. De la “obligación de proteger” a la eventualidad de un Consejo de Seguridad paralizado.
2. ¿Qué debemos entender por “ratificar”?
IV. Epílogo: de Galileo a Gordio.