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Ilustración y liberalismo en España
Valle Inclán lo explicó en los versos modernistas de La marquesa Rosalinda. A diferencia de Francia, aquí no volaban libremente tras los boscajes, ni furtivos besos del Trianón, ni las ideas de Voltaire y Rousseau: con los ramajes de los boscajes, aquí hacía hogueras la Inquisición. El atraso económico, a pesar del imperio, y la intolerancia, crearon condiciones extremas para que las luces arraigaran en España y no obstante el esfuerzo de reforma del absolutismo ilustrado hizo posible esa tarea casi heroica. Una minoría intelectual encontró una estructura de oportunidad en la política de reformas del Despotismo ilustrado, que iluminó los problemas y mostró al tiempo la imposibilidad de resolverlos dentro del orden estamental y sin romper el muro del Santo Oficio. De ahí el estallido en breve tiempo, no de un simple reformismo, sino de una conciencia política alternativa que apunta a una Constitución. Antes del nombre, nace el liberalismo. Bajo el "infame Godoy", Jovellanos dixit, el río se transforma en guadiana y si bien los objetivos políticos y económicos se concretan, la corriente, desviada por el valido, lleva a 1808. La trayectoria encontrará en Goya un testigo capaz de expresar mediante imágenes únicas el dramatismo de un progreso de la razón que desemboca en tragedia.
Presentación. El abejorro
Primera parte. El sueño reformador
Capítulo I. «Siempre absoluta, siempre ilustrada»
1. El deber y la cautela
2. La estrecha puerta de la razón
3. El poder del Rey
4. El impulso reformador
5. La mirada del ilustrado
6. El talento de las mujeres
Capítulo II. El obstáculo interior
1. De la conciencia estamental...
2. ... A la defensa del privilegio
3. El silencio de América
Capítulo III. El censor. «Mártir de mi razón»
1. Un antecedente póstumo: las «Cartas marruecas»
2. Los «papeles periódicos»
3. Jaque al privilegio: «El Censor»
4. Apologistas y censores
Capítulo IV. La ciencia más útil
1. «Economía política»
2. La libertad económica
3. «Economía civil»
4. La ciencia económica
5. La traducción de Adam Smith
Capítulo V. Jovellanos: «el tribunal de la razón»
1. Reforma sin revolución
2. El avance de la razón
3. Reforma, contrarrevolución, utopía
Capítulo VI. De Montesquieu a Rousseau
1. Una pluralidad de lecturas
2. La falta de libertad
3. Manuel de Aguirre: la idea de Constitución
Capítulo VII. «Inquisidores en la fe»
1. La intolerancia, ley fundamental
2. La ilustración culpable
Capítulo VIII. El desconcierto político
1. Dos elogios
2. Un diagnóstico amargo: León de Arroyal
3. El doble juego de Juan Pablo Forner
Segunda parte. El guadiana de las luces
«El árbol temido de la libertad»
1. Por un riguroso silencio
2. El espíritu de sedición
3. Pan y toros
4. «Un Guardia de Corps entronizado»
Capítulo X. ¿Pan y luces?
1. La ejecutoria de Godoy
2. Tiempo de nicodemismo
3. La persistencia de Genovesi
4. «¡El monstruo derrocad!...»
Capítulo XI. El péndulo del cristianismo ilustrado
1. La ilustración cegada
2. El doble discurso de Olavide
3. La atracción revolucionaria
4. Apéndice
Capítulo XII. Ilustración y fueros en el país vasco
1. «Irurac bat» [tres en una]
2. De los fueros a la nación
3. Guipúzcoa por su independencia
4. Con Nuestra Señora de Termidor
5. «El error en que viven sus naturales»
Capítulo XIII. Un país perdido
1. La nación: entre el pasado y la revolución
2. «Estremecióse España...»
Tercera parte. La imagen de una crisis
Capítulo XIV. Goya: los monstruos y la luz
1. La invención desde el orden
2. Un Pinta Diablos
3. La guerra y el hambre
4. Si resucitará?
Apéndice. El mayordomo de palacio y los reyes holgazanes
1. La resistible asunción de Manuel Godoy
2. Una trinidad sobre la tierra
3. El león y la presa
Nota final. Un asunto oscuro: la muerte de la princesa
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Valle Inclán lo explicó en los versos modernistas de La marquesa Rosalinda. A diferencia de Francia, aquí no volaban libremente tras los boscajes, ni furtivos besos del Trianón, ni las ideas de Voltaire y Rousseau: con los ramajes de los boscajes, aquí hacía hogueras la Inquisición. El atraso económico, a pesar del imperio, y la intolerancia, crearon condiciones extremas para que las luces arraigaran en España y no obstante el esfuerzo de reforma del absolutismo ilustrado hizo posible esa tarea casi heroica. Una minoría intelectual encontró una estructura de oportunidad en la política de reformas del Despotismo ilustrado, que iluminó los problemas y mostró al tiempo la imposibilidad de resolverlos dentro del orden estamental y sin romper el muro del Santo Oficio. De ahí el estallido en breve tiempo, no de un simple reformismo, sino de una conciencia política alternativa que apunta a una Constitución. Antes del nombre, nace el liberalismo. Bajo el "infame Godoy", Jovellanos dixit, el río se transforma en guadiana y si bien los objetivos políticos y económicos se concretan, la corriente, desviada por el valido, lleva a 1808. La trayectoria encontrará en Goya un testigo capaz de expresar mediante imágenes únicas el dramatismo de un progreso de la razón que desemboca en tragedia.
Presentación. El abejorro
Primera parte. El sueño reformador
Capítulo I. «Siempre absoluta, siempre ilustrada»
1. El deber y la cautela
2. La estrecha puerta de la razón
3. El poder del Rey
4. El impulso reformador
5. La mirada del ilustrado
6. El talento de las mujeres
Capítulo II. El obstáculo interior
1. De la conciencia estamental...
2. ... A la defensa del privilegio
3. El silencio de América
Capítulo III. El censor. «Mártir de mi razón»
1. Un antecedente póstumo: las «Cartas marruecas»
2. Los «papeles periódicos»
3. Jaque al privilegio: «El Censor»
4. Apologistas y censores
Capítulo IV. La ciencia más útil
1. «Economía política»
2. La libertad económica
3. «Economía civil»
4. La ciencia económica
5. La traducción de Adam Smith
Capítulo V. Jovellanos: «el tribunal de la razón»
1. Reforma sin revolución
2. El avance de la razón
3. Reforma, contrarrevolución, utopía
Capítulo VI. De Montesquieu a Rousseau
1. Una pluralidad de lecturas
2. La falta de libertad
3. Manuel de Aguirre: la idea de Constitución
Capítulo VII. «Inquisidores en la fe»
1. La intolerancia, ley fundamental
2. La ilustración culpable
Capítulo VIII. El desconcierto político
1. Dos elogios
2. Un diagnóstico amargo: León de Arroyal
3. El doble juego de Juan Pablo Forner
Segunda parte. El guadiana de las luces
«El árbol temido de la libertad»
1. Por un riguroso silencio
2. El espíritu de sedición
3. Pan y toros
4. «Un Guardia de Corps entronizado»
Capítulo X. ¿Pan y luces?
1. La ejecutoria de Godoy
2. Tiempo de nicodemismo
3. La persistencia de Genovesi
4. «¡El monstruo derrocad!...»
Capítulo XI. El péndulo del cristianismo ilustrado
1. La ilustración cegada
2. El doble discurso de Olavide
3. La atracción revolucionaria
4. Apéndice
Capítulo XII. Ilustración y fueros en el país vasco
1. «Irurac bat» [tres en una]
2. De los fueros a la nación
3. Guipúzcoa por su independencia
4. Con Nuestra Señora de Termidor
5. «El error en que viven sus naturales»
Capítulo XIII. Un país perdido
1. La nación: entre el pasado y la revolución
2. «Estremecióse España...»
Tercera parte. La imagen de una crisis
Capítulo XIV. Goya: los monstruos y la luz
1. La invención desde el orden
2. Un Pinta Diablos
3. La guerra y el hambre
4. Si resucitará?
Apéndice. El mayordomo de palacio y los reyes holgazanes
1. La resistible asunción de Manuel Godoy
2. Una trinidad sobre la tierra
3. El león y la presa
Nota final. Un asunto oscuro: la muerte de la princesa
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