La perspectiva smithinana sobre los mercados de creencias; políticas públicas y religión

La interacción entre economía y religión es de carácter claramente bidireccional. De un lado, la Economía y en particular la Política Económica afectan a las expresiones religiosas y, de otro lado, la religión influye en el comportamiento económico así como en los sistemas políticos y legales. El paradigma emergente de la denominada Economía de la Religión adopta la primera perspectiva para estudiar los comportamientos religiosos desde la óptica del cálculo racional y de la satisfacción de necesidades, frente a las restantes ciencias sociales que, tradicionalmente, los han venido analizando como una categoría de pensamiento inmune a dicho cálculo y en declive. Así, para la Sociología de la Religión, en particular para los defensores de la hipótesis de la secularización, la práctica religiosa está condenada a experimentar una fuerte caída en la demanda, incluso a desaparecer, en la medida que se generalizase el desarrollo socioeconómico. La Economía de la Religión, por el contrario, adopta una perspectiva de oferta cuestionando el supuesto declive de la demanda, esto es, aborda el estudio de los mercados de creencias, lo que nos permite disponer de una teoría explicativa de las manifestaciones religiosas diversa de las restantes ciencias sociales [...]