La posición de la Comunidad Internacional y del Ecuador en materia de cooperación internacional en la persecución y represión de la corrupción y el crimen organizado

La realidad criminológica en los últimos veinticinco años nos viene enseñando que muchas de las ideas y principios con base en los cuales se han venido construyendo los sistemas penales de los Estados tienen que ser profundamente replanteados, al menos con relación a algunas categorías delictivas. Así, desde el plano sustantivo, la visión de que los ilícitos tipificados penalmente identifican a un infractor, un hecho delictivo y una víctima, se rompe desde el momento en el cual muchas de las conductas actuales más perniciosas y con efectos más devastadores -terrorismo, narcotráfico, tráfico de armas, atentados medioambientales, corrupción, crimen organizado, lavado de activos…- son cometidas por grupos organizados, que multiplican sus acciones delictivas y que con su actuar generan un daño colectivo, hechos todos ellos que provocan que se los pueda calificar como delitos sin víctima. Más allá de disquisiciones dogmáticas, a ello se llega, sin duda, cuando nos topamos con noticias relacionadas con los costes -políticos, sociales, institucionales, económicos…, y humanos- de la corrupción, el blanqueo de capitales y el crimen organizado [...]