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Prostitución versus trata de personas
Con este estudio se pretende poner de manifiesto la reiterada y desde mi punto de vista, errónea equiparación entre prostitución y trata de personas. En la labor de demostrar que el ejercicio de la prostitución, desempeñado por personas mayores de edad y en pleno ejercicio de su libertad, puede ser considerado un trabajo, con ciertas peculiaridades, es imprescindible hacer varias precisiones terminológicas. Normalmente, como uno de los principales argumentos de las políticas abolicionistas, la prostitución no puede ser considera como trabajo porque cuando hablamos de prostitución hacemos referencia directa a la trata de personas y a la explotación. Desde este estudio se analiza como ambos fenómenos, pese a estar relacionados, no son la misma cosa, y cómo es posible entender la prostitución como un trabajo sujeto en algunos casos a explotación laboral pero no sexual.
I. Cuestiones preliminares
II. La Trata de personas: cuestiones conceptuales
III. ¿Por qué no debemos confundir trata, explotación sexual, laboral y prostitución?
IV. Conclusiones
V. Bibliografía
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Con este estudio se pretende poner de manifiesto la reiterada y desde mi punto de vista, errónea equiparación entre prostitución y trata de personas. En la labor de demostrar que el ejercicio de la prostitución, desempeñado por personas mayores de edad y en pleno ejercicio de su libertad, puede ser considerado un trabajo, con ciertas peculiaridades, es imprescindible hacer varias precisiones terminológicas. Normalmente, como uno de los principales argumentos de las políticas abolicionistas, la prostitución no puede ser considera como trabajo porque cuando hablamos de prostitución hacemos referencia directa a la trata de personas y a la explotación. Desde este estudio se analiza como ambos fenómenos, pese a estar relacionados, no son la misma cosa, y cómo es posible entender la prostitución como un trabajo sujeto en algunos casos a explotación laboral pero no sexual.
I. Cuestiones preliminares
II. La Trata de personas: cuestiones conceptuales
III. ¿Por qué no debemos confundir trata, explotación sexual, laboral y prostitución?
IV. Conclusiones
V. Bibliografía
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