Europa, destino y vocación de España

Con emoción y con inquietud acogí en su día la invitación del Presidente de nuestra Corporación, profesor Velarde Fuertes, para que hiciera uso de la palabra en esta sesión inaugural del Curso de las Reales Academias del Instituto de España bajo la presidencia de S.M. el Rey.
He elegido el tema “Europa, destino y vocación de España”, ya que en las Instituciones europeas ha transcurrido buena parte de mi actividad política y diplomática durante más de cuarenta años. Pero el título exige una aclaración previa. Entiendo por destino todo aquello que nos concierne por necesidad porque afecta al ser que fácticamente somos. Es destino la etnia, la lengua materna y el tiempo histórico en que se vive, porque estas tres dimensiones nos afectan intrínsecamente. No se pueden elegir. En cambio, llamo vocación a la esfera de lo que concierne a nuestra libertad, como la elección de forma de vida, las convicciones más íntimas, el credo religioso, las ideologías, la profesión, el estado civil. Que algo sea a la vez destino y vocación parece a primera vista contradictorio, pero el ser humano tiene la capacidad de apropiarse de su destino, no solo de serlo naturalmente sino de quererlo y promoverlo; en suma, de convertir la necesidad de tener que ser algo en la libertad, y querer serlo íntegra y reflexivamente [...]