Diccionario panhispánico del español jurídico

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El funcionario público ante el Derecho penal

por Mata Barranco, Norberto J. de La

Artículo
ISSN: 1696-6759
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En el Código Penal español vigente la condición de funcionario público se atiende desde diversas perspectivas. No sólo para configurar tipos específicos de cuya autoría sólo puede ser responsable quien reúna dicha condición. Las cuestiones de la negligencia profesional, de la especial posición de garante de la indemnidad de determinados bienes jurídicos y de la agravación de pena en delitos comunes —por la mayor facilidad comisiva que tal condición puede implicar o por el mayor reproche que cabe hacer cuando el delito se comete por quien está encargado de tutelar el correcto funcionamiento de la Administración o, al menos, de ayudar al mismo y no por un mero particular— son todos ellos aspectos que también el legislador tiene en cuenta. El ser funcionario público implica asimismo en Derecho Penal determinadas particularidades procesales al enjuiciar delitos cometidos por o contra ellos y, por supuesto, la previsión de penas específicas que inhabilitarán o suspenderán el ejercicio del cargo. En todo caso, es sin duda el análisis de aquellos delitos, especiales, que sólo un funcionario público puede cometer, los que permiten una visión de conjunto del modo en que se trata a este y de las cautelas que en el ejercicio de la función pública han de desplegarse por quienes participan del mismo. Todo ello a partir de un concepto, el de funcionario público, definido de modo autónomo por el Derecho Penal.

Tabla de Contenidos

1. El funcionario público ante el derecho penal: cuestiones generales.
1.1. Concepto de funcionario público a efectos penales.
1.2. El funcionario como sujeto activo del delito: delitos especiales propios e impropios.
1.3. Los delitos imprudentes y la negligencia profesional.
1.4. Los delitos omisivos y la posición del funcionario como garante de la indemnidad de bienes jurídico-penales.
1.5. La justificación de la conducta típica realizada por funcionario público.
1.6. Agravantes aplicables en delitos comunes por la condición de funcionario público.
1.7. Penas específicas para funcionarios públicos.
1.8. El funcionario como destinatario de la conducta típica.
1.9. Cuestiones procesales.
2. Delitos cometidos por los funcionarios públicos contra el correcto funcionamiento de las instituciones públicas y las garantías vinculadas a ellas.
2.1. Los clásicos «delitos de funcionarios»: delitos contra la administración pública cometidos por funcionarios en ejercicio de su cargo.
2.1.1. Delito de prevaricación.
2.1.2. Abandono de destino y omisión del deber de perseguir delitos.
2.1.3. Desobediencia y denegación de auxilio.
2.1.4. Infidelidad en la custodia de documentos y violación de secretos.
2.1.5. Delito de cohecho.
2.1.6. Tráfico de influencias.
2.1.7. Delitos de malversación.
2.1.8. Fraudes y exacciones ilegales.
2.1.9. Negociaciones y actividades prohibidas y abusos en el ejercicio de la función.
2.2. Delitos contra la administración de justicia.
2.2.1. Delitos de prevaricación judicial.
2.2.2. Delito específico de encubrimiento.
2.2.3. Delitos de falso testimonio.
2.2.4. Delitos de obstrucción a la justicia y deslealtad profesional.
2.2.5. Delito de favorecimiento al quebrantamiento de condena.


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En el Código Penal español vigente la condición de funcionario público se atiende desde diversas perspectivas. No sólo para configurar tipos específicos de cuya autoría sólo puede ser responsable quien reúna dicha condición. Las cuestiones de la negligencia profesional, de la especial posición de garante de la indemnidad de determinados bienes jurídicos y de la agravación de pena en delitos comunes —por la mayor facilidad comisiva que tal condición puede implicar o por el mayor reproche que cabe hacer cuando el delito se comete por quien está encargado de tutelar el correcto funcionamiento de la Administración o, al menos, de ayudar al mismo y no por un mero particular— son todos ellos aspectos que también el legislador tiene en cuenta. El ser funcionario público implica asimismo en Derecho Penal determinadas particularidades procesales al enjuiciar delitos cometidos por o contra ellos y, por supuesto, la previsión de penas específicas que inhabilitarán o suspenderán el ejercicio del cargo. En todo caso, es sin duda el análisis de aquellos delitos, especiales, que sólo un funcionario público puede cometer, los que permiten una visión de conjunto del modo en que se trata a este y de las cautelas que en el ejercicio de la función pública han de desplegarse por quienes participan del mismo. Todo ello a partir de un concepto, el de funcionario público, definido de modo autónomo por el Derecho Penal.

Tabla de Contenidos

1. El funcionario público ante el derecho penal: cuestiones generales.
1.1. Concepto de funcionario público a efectos penales.
1.2. El funcionario como sujeto activo del delito: delitos especiales propios e impropios.
1.3. Los delitos imprudentes y la negligencia profesional.
1.4. Los delitos omisivos y la posición del funcionario como garante de la indemnidad de bienes jurídico-penales.
1.5. La justificación de la conducta típica realizada por funcionario público.
1.6. Agravantes aplicables en delitos comunes por la condición de funcionario público.
1.7. Penas específicas para funcionarios públicos.
1.8. El funcionario como destinatario de la conducta típica.
1.9. Cuestiones procesales.
2. Delitos cometidos por los funcionarios públicos contra el correcto funcionamiento de las instituciones públicas y las garantías vinculadas a ellas.
2.1. Los clásicos «delitos de funcionarios»: delitos contra la administración pública cometidos por funcionarios en ejercicio de su cargo.
2.1.1. Delito de prevaricación.
2.1.2. Abandono de destino y omisión del deber de perseguir delitos.
2.1.3. Desobediencia y denegación de auxilio.
2.1.4. Infidelidad en la custodia de documentos y violación de secretos.
2.1.5. Delito de cohecho.
2.1.6. Tráfico de influencias.
2.1.7. Delitos de malversación.
2.1.8. Fraudes y exacciones ilegales.
2.1.9. Negociaciones y actividades prohibidas y abusos en el ejercicio de la función.
2.2. Delitos contra la administración de justicia.
2.2.1. Delitos de prevaricación judicial.
2.2.2. Delito específico de encubrimiento.
2.2.3. Delitos de falso testimonio.
2.2.4. Delitos de obstrucción a la justicia y deslealtad profesional.
2.2.5. Delito de favorecimiento al quebrantamiento de condena.


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