Las prisiones de Eva: mujer y cárcel en el siglo XIX.
El 2 de octubre de 1888, las presas María Gómez Giner y Catalina Mansó, << hicieron presente que llevaban más de 30 años de condena de reclusión>>. Solicitaron el indulto; la visita penitenciaria anotó sus nombre y siguió adelante. Dejó atrás el patio donde había dado sus primeros pasos a la política que centralizaba las prisiones de mujeres en la de Alcalá y siguió el mismo recorrido que horas antes había realizado en el presidio de hombres, salvo por la presencia de las Hijas de la Caridad, 18 monjas encargadas del tratamiento y el régimen interno; precisamente, el tratamiento cerrará esta reflexión, destinada a conocer la evolución del centro a través de los cambios en el carácter de su régimen. [...]
El 2 de octubre de 1888, las presas María Gómez Giner y Catalina Mansó, << hicieron presente que llevaban más de 30 años de condena de reclusión>>. Solicitaron el indulto; la visita penitenciaria anotó sus nombre y siguió adelante. Dejó atrás el patio donde había dado sus primeros pasos a la política que centralizaba las prisiones de mujeres en la de Alcalá y siguió el mismo recorrido que horas antes había realizado en el presidio de hombres, salvo por la presencia de las Hijas de la Caridad, 18 monjas encargadas del tratamiento y el régimen interno; precisamente, el tratamiento cerrará esta reflexión, destinada a conocer la evolución del centro a través de los cambios en el carácter de su régimen. [...]
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