Convivencia pacífica, medios alternativos de solución de conflictos y sistema de disciplina en el ámbito universitario. Algunas consideraciones sobre la Ley de convivencia universitaria

Hasta la aprobación de la Ley 3/2022, de 24 de febrero, de convivencia universitaria (LCU), el régimen disciplinario de los alumnos universitarios se ha regido por el Decreto de 8 de septiembre de 1954, una norma desfasada en múltiples aspectos e incompleta desde el punto de vista de las garantías propias del Derecho administrativo sancionador.
La LCU ha establecido una regulación más completa y actualizada del régimen disciplinario de los alumnos universitarios, para la corrección de las conductas que alteren gravemente la convivencia o que impidan el normal desarrollo de las funciones propias de las universidades públicas.
No obstante, la LCU no se limita a la regulación del régimen disciplinario de los estudiantes universitarios, sino que tiene un contenido más amplio, pues se propone fomentar un determinado modelo de convivencia en el seno de la comunidad universitaria, e incentiva la utilización preferente de fórmulas de mediación para abordar determinadas conductas y conflictos que puedan plantearse entre miembros pertenecientes o no a un mismo colectivo universitario. Todo ello, sin perjuicio del régimen disciplinario aplicable a las infracciones cometidas por el personal docente e investigador o por el personal de administración y servicios, que continuará rigiéndose por su normativa propia.