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El Senado en el permanente punto de mira y su posible reforma
El cuestionamiento del Senado ha sido una constante desde la aprobación de la Constitución de 1978. Muy pronto se hizo patente la enorme distancia entre el desiderátum constitucional de que la Cámara Alta fuese una cámara de representación territorial y su definitiva configuración en la Constitución. Esa distancia se fue haciendo aún más evidente a medida que avanzaba y se consolidaba el Estado autonómico. La causa última de esa incongruencia habrá que buscarla en la ausencia de una auténtica decisión constituyente sobre el modelo territorial del Estado. Por ello, frecuentemente se ha planteado la necesidad de acometer una reforma constitucional con el objeto de convertir el Senado en una auténtica cámara de representación territorial. Aparte de las dificultades de carácter teórico que comporta, con carácter general, la introducción de las segundas cámaras en la teoría liberal de la representación política, en el trabajo se apunta también a los problemas de orden práctico que el funcionamiento de los modernos Estados de partidos arroja para la consecución de ese objetivo.
1. Introducción
2. El vicio de origen: la inexistencia de una genuina decisión constituyente sobre el modelo territorial
3. El diseño constitucional de la Segunda Cámara: un Senado inane e inerme:
3.1. Un Senado viable pero deforme
3.2. La acentuación de la malformación del Senado a la luz de la evolución del Estado autonómico
4. El Senado anhelado… y tal vez inaprensible: la reforma constitucional del Senado:
4.1. Apuntes sobre algunas propuestas de reforma constitucional del Senado
4.2. Teoría de la representación política y segundas cámaras
4.3. Segundas cámaras de representación territorial y Estado de partidos
5. Bibliografía
- Formato: PDF
- Número de páginas: 21
El cuestionamiento del Senado ha sido una constante desde la aprobación de la Constitución de 1978. Muy pronto se hizo patente la enorme distancia entre el desiderátum constitucional de que la Cámara Alta fuese una cámara de representación territorial y su definitiva configuración en la Constitución. Esa distancia se fue haciendo aún más evidente a medida que avanzaba y se consolidaba el Estado autonómico. La causa última de esa incongruencia habrá que buscarla en la ausencia de una auténtica decisión constituyente sobre el modelo territorial del Estado. Por ello, frecuentemente se ha planteado la necesidad de acometer una reforma constitucional con el objeto de convertir el Senado en una auténtica cámara de representación territorial. Aparte de las dificultades de carácter teórico que comporta, con carácter general, la introducción de las segundas cámaras en la teoría liberal de la representación política, en el trabajo se apunta también a los problemas de orden práctico que el funcionamiento de los modernos Estados de partidos arroja para la consecución de ese objetivo.
1. Introducción
2. El vicio de origen: la inexistencia de una genuina decisión constituyente sobre el modelo territorial
3. El diseño constitucional de la Segunda Cámara: un Senado inane e inerme:
3.1. Un Senado viable pero deforme
3.2. La acentuación de la malformación del Senado a la luz de la evolución del Estado autonómico
4. El Senado anhelado… y tal vez inaprensible: la reforma constitucional del Senado:
4.1. Apuntes sobre algunas propuestas de reforma constitucional del Senado
4.2. Teoría de la representación política y segundas cámaras
4.3. Segundas cámaras de representación territorial y Estado de partidos
5. Bibliografía