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El origen y las formas de la diplomacia pontificia
La diplomacia es un derecho que garantiza la convivencia y colaboración entre hombres y sociedades basada en las buenas relaciones y el entendimiento. La Iglesia como sociedad ha desarrollado este derecho desigual y creciente desde sus comienzos hasta nuestros días a través de diferentes formas de representación pontificia, para favorecer la unidad y comunión entre sus miembros; así como entre el Papa y las naciones promoviendo el desarrollo normal de la iglesia en el territorio, la defensa de la fe y la armonía y equilibrio en el panorama político para la paz y el progreso mundial. Para llevar a cabo este cometido los legados pontificios comenzaron su actividad de forma puntual y con facultades concretas y limitadas hasta su asentamiento definitivo en la corte, mediante el establecimiento de las nunciaturas permanentes por la creciente y necesaria implicación espiritual y política; además de proliferar las legaciones de carácter extraordinario ante determinadas ocasiones, en orden a estrechar lazos de amistad, cooperación y ayuda mutua sobre las que se sustenta toda relación diplomática.
I. El derecho inherente de legación en la Iglesia
II. El origen de los legados pontificios
III. Las primeras legaciones en la Iglesia primitiva
III.1. Los vicarios apostólicos y apocrisarios
IV. Formas de representación pontificias
IV.1. Legati nati
IV.2 Legati missi o nuntti
IV.3 Legati a latere
V. Legaciones de carácter extraordinario
VI. Potestad y límites a la autoridad de los legados
VII. Honores y privilegios eclesiásticos de los legados
VIII. Conclusiones
- Formato: PDF
- Número de páginas: 32
La diplomacia es un derecho que garantiza la convivencia y colaboración entre hombres y sociedades basada en las buenas relaciones y el entendimiento. La Iglesia como sociedad ha desarrollado este derecho desigual y creciente desde sus comienzos hasta nuestros días a través de diferentes formas de representación pontificia, para favorecer la unidad y comunión entre sus miembros; así como entre el Papa y las naciones promoviendo el desarrollo normal de la iglesia en el territorio, la defensa de la fe y la armonía y equilibrio en el panorama político para la paz y el progreso mundial. Para llevar a cabo este cometido los legados pontificios comenzaron su actividad de forma puntual y con facultades concretas y limitadas hasta su asentamiento definitivo en la corte, mediante el establecimiento de las nunciaturas permanentes por la creciente y necesaria implicación espiritual y política; además de proliferar las legaciones de carácter extraordinario ante determinadas ocasiones, en orden a estrechar lazos de amistad, cooperación y ayuda mutua sobre las que se sustenta toda relación diplomática.
I. El derecho inherente de legación en la Iglesia
II. El origen de los legados pontificios
III. Las primeras legaciones en la Iglesia primitiva
III.1. Los vicarios apostólicos y apocrisarios
IV. Formas de representación pontificias
IV.1. Legati nati
IV.2 Legati missi o nuntti
IV.3 Legati a latere
V. Legaciones de carácter extraordinario
VI. Potestad y límites a la autoridad de los legados
VII. Honores y privilegios eclesiásticos de los legados
VIII. Conclusiones
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