Diccionario panhispánico del español jurídico

1 de 1 copias disponibles

Basilea, Róterdam y Estocolmo: un régimen internacional permeable para la gestión de residuos peligrosos y productos químicos

por Campins Eritja, Mar

Artículo
ISSN: 2014038X
Otros Autores: De Bellis, Marie-Cecile
Ver otros artículos del mismo número: 2

La importancia que tiene la contaminación química antropogénica como una de las principales amenazas para la salud humana y el medio ambiente ya se advirtió en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano de 1972. Cincuenta años después, los esfuerzos de la comunidad internacional para reducir la generación de estos productos y su impacto en la salud humana y el medio ambiente parecen haber sido, hasta ahora, insuficientes. Tres tratados internacionales, en particular, abordan la gestión de los residuos y de los productos químicos: el Convenio de Basilea de 1989 sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación, el Convenio de Rotterdam de 1998 sobre el procedimiento del consentimiento fundamentado previo aplicable a la exportación de ciertos plaguicidas y productos químicos peligrosos objeto de comercio internacional y el Convenio de Estocolmo de 2001 sobre contaminantes orgánicos persistentes. La primera parte de este trabajo analiza estos tres instrumentos desde la perspectiva de sus objetivos y su ámbito de aplicación, en la medida en que, siendo tres acuerdos autónomos adoptados en momentos distintos y con finalidades específicas diferentes, comparten un mismo objetivo global de protección de la salud humana y el medio ambiente. En segundo lugar, se revisan diversos aspectos que ilustran dificultades que encuentran los Estados Parte para mantener su compromiso de priorizar dicho objetivo común de proteger el medio ambiente y la salud pública frente a las exigencias del comercio multilateral. Así, se señala la existencia de algunas puertas abiertas que permiten a las Partes escapar de la aplicación rigurosa de la letra y el espíritu de sus disposiciones, lo que puede reducir, a la larga, la capacidad operativa de estos instrumentos. En tercer lugar, se examina cómo, a fin de dotar este sector de un enfoque más coherente y global, estos tres acuerdos internacionales han llegado a constituir un auténtico cluster normativo para la gestión de los residuos y los productos químicos, mediante el denominado proceso de sinergia que, habiendo producido importantes avances en las negociaciones que tienen lugar en el seno de estos tres instrumentos, no está exento de algunos cuestionamientos.

La importància que té la contaminació química antropogènica com una de les principals amenaces per a la salut humana i el medi ambient ja es va advertir a la Conferència de les Nacions Unides sobre el Medi Ambient Humà de 1972. Cinquanta anys després, els esforços de la comunitat internacional per reduir la generació d'aquests productes i el seu impacte en la salut humana i el medi ambient semblen haver estat fins ara insuficients. Tres tractats internacionals, en particular, aborden la gestió dels residus i dels productes químics: el Conveni de Basilea de 1989 sobre el control dels moviments transfronterers de les deixalles perilloses i la seva eliminació, el Conveni de Rotterdam de 1998 sobre el procediment del consentiment fonamentat previ aplicable a l'exportació de certs plaguicides i productes químics perillosos objecte de comerç internacional i el Conveni d'Estocolm del 2001 sobre contaminants orgànics persistents. La primera part d‟aquest treball analitza aquests tres instruments des de la perspectiva dels seus objectius i el seu àmbit d’aplicació, en la mesura que, sent tres acords autònoms adoptats en moments i amb finalitats específiques diferents, comparteixen un mateix objectiu global de protecció de la salut humana i el medi ambient. En segon lloc, es revisen diversos aspectes que il.lustren les dificultats que troben els Estats Part per mantenir el seu compromís de prioritzar aquest objectiu comú de protegir el medi ambient i la salut pública davant de les exigències del comerç multilateral. Així, s'assenyala l'existència d'algunes portes obertes que permeten a les parts escapar de l'aplicació rigorosa de la lletra i l'esperit de les disposicions, el que pot reduir, a la llarga, la capacitat operativa d'aquests instruments. En tercer lloc, s'examina com, per tal de dotar aquest sector d'un enfocament més coherent i global, aquests tres acords internacionals han arribat a constituir un autèntic cluster normatiu per a la gestió dels residus i els productes químics, mitjançant el procés anomenat de sinergia que, havent produït importants avenços en les negociacions que tenen lloc al sí d'aquests tres instruments, no està exempt d'alguns qüestionaments.

The major role of anthropogenic chemical pollution as a threat to human health and the environment was already highlighted at the 1972 United Nations Conference on the Human Environment. Fifty years later, the efforts of the international community to reduce the generation of these products and their impact on human health and the environment appear to have been, so far, insufficient. Three international treaties, in particular, address the management of wastes and chemicals: the 1989 Basel Convention on the Control of Transboundary Movements of Hazardous Wastes and their Disposal, the 1998 Rotterdam Convention on the Prior Informed Consent Procedure for the Export of Certain Hazardous Chemicals and Pesticides in International Trade, and the 2001 Stockholm Convention on Persistent Organic Pollutants. The first part of this paper analyses these three instruments from the perspective of their goals and their scope of application, insofar as, being three autonomous agreements adopted at different times and with different specific purposes, they share the same overall objective of protecting human health and the environment. Secondly, it reviews various aspects that illustrate the difficulties encountered by the States Parties in fulfilling their commitment to prioritize the common objective of protecting the environment and public health in the face of the demands of multilateral trade. Thus, it notes the existence of some open doors that allow Parties to escape from the rigorous application of the letter and spirit of their provisions, which may ultimately reduce the operational capacity of these instruments. Thirdly, it examines how, in order to provide this sector with a more coherent and comprehensive approach, these three international agreements have come to constitute a regulatory cluster for the management of waste and chemicals, through the so-called synergy process which, although it has produced significant progress in the negotiations taking place within these three instruments, is not without its challenges.

Tabla de Contenidos

I. INTRODUCCIÓN
II. LOS OBJETIVOS Y EL ÁMBITO DE APLICACIÓN DE LOS CONVENIOS DE BASILEA, ROTTERDAM Y ESTOCOLMO:
1. Los objetivos de los Convenios de Basilea, Rotterdam y Estocolmo
2. El ámbito de aplicación de los Convenios de Basilea, Rotterdam y Estocolmo
III. LAS LIMITACIONES DE LOS CONVENIOS DE BASILEA, ROTTERDAM Y ESTOCOLMO:
1. Las limitaciones del procedimiento del consentimiento fundamentado previo y la creación de capacidades en los países en desarrollo
2. Las exenciones a la aplicación de algunas obligaciones convencionales
3. Un régimen paralelo mediante acuerdos bilaterales y multilaterales
4. Las dificultades para la inclusión de nuevos residuos y productos químicos
IV. LA AGRUPACIÓN Y VINCULACIÓN DE LOS CONVENIOS DE BASILEA, ROTTERDAM Y ESTOCOLMO:
1. La articulación del proceso de sinergia de Convenios de Basilea, Rotterdam y Estocolmo
2. Algunos claroscuros del proceso de sinergia de los Convenios de Basilea, Rotterdam y Estocolmo
V. CONSIDERACIONES FINALES

Notas

Basel, Rotterdam, and Stockholm: a permeable international regime for the management of hazardous waste and chemicals.


  • Formato: PDF
  • Número de páginas: 61
  • Tamaño: 519 Kb.

Agregar valoración

Para este apartado es necesario identificarse mediante la opción "Acceso" en el menú superior

La importancia que tiene la contaminación química antropogénica como una de las principales amenazas para la salud humana y el medio ambiente ya se advirtió en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano de 1972. Cincuenta años después, los esfuerzos de la comunidad internacional para reducir la generación de estos productos y su impacto en la salud humana y el medio ambiente parecen haber sido, hasta ahora, insuficientes. Tres tratados internacionales, en particular, abordan la gestión de los residuos y de los productos químicos: el Convenio de Basilea de 1989 sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación, el Convenio de Rotterdam de 1998 sobre el procedimiento del consentimiento fundamentado previo aplicable a la exportación de ciertos plaguicidas y productos químicos peligrosos objeto de comercio internacional y el Convenio de Estocolmo de 2001 sobre contaminantes orgánicos persistentes. La primera parte de este trabajo analiza estos tres instrumentos desde la perspectiva de sus objetivos y su ámbito de aplicación, en la medida en que, siendo tres acuerdos autónomos adoptados en momentos distintos y con finalidades específicas diferentes, comparten un mismo objetivo global de protección de la salud humana y el medio ambiente. En segundo lugar, se revisan diversos aspectos que ilustran dificultades que encuentran los Estados Parte para mantener su compromiso de priorizar dicho objetivo común de proteger el medio ambiente y la salud pública frente a las exigencias del comercio multilateral. Así, se señala la existencia de algunas puertas abiertas que permiten a las Partes escapar de la aplicación rigurosa de la letra y el espíritu de sus disposiciones, lo que puede reducir, a la larga, la capacidad operativa de estos instrumentos. En tercer lugar, se examina cómo, a fin de dotar este sector de un enfoque más coherente y global, estos tres acuerdos internacionales han llegado a constituir un auténtico cluster normativo para la gestión de los residuos y los productos químicos, mediante el denominado proceso de sinergia que, habiendo producido importantes avances en las negociaciones que tienen lugar en el seno de estos tres instrumentos, no está exento de algunos cuestionamientos.

La importància que té la contaminació química antropogènica com una de les principals amenaces per a la salut humana i el medi ambient ja es va advertir a la Conferència de les Nacions Unides sobre el Medi Ambient Humà de 1972. Cinquanta anys després, els esforços de la comunitat internacional per reduir la generació d'aquests productes i el seu impacte en la salut humana i el medi ambient semblen haver estat fins ara insuficients. Tres tractats internacionals, en particular, aborden la gestió dels residus i dels productes químics: el Conveni de Basilea de 1989 sobre el control dels moviments transfronterers de les deixalles perilloses i la seva eliminació, el Conveni de Rotterdam de 1998 sobre el procediment del consentiment fonamentat previ aplicable a l'exportació de certs plaguicides i productes químics perillosos objecte de comerç internacional i el Conveni d'Estocolm del 2001 sobre contaminants orgànics persistents. La primera part d‟aquest treball analitza aquests tres instruments des de la perspectiva dels seus objectius i el seu àmbit d’aplicació, en la mesura que, sent tres acords autònoms adoptats en moments i amb finalitats específiques diferents, comparteixen un mateix objectiu global de protecció de la salut humana i el medi ambient. En segon lloc, es revisen diversos aspectes que il.lustren les dificultats que troben els Estats Part per mantenir el seu compromís de prioritzar aquest objectiu comú de protegir el medi ambient i la salut pública davant de les exigències del comerç multilateral. Així, s'assenyala l'existència d'algunes portes obertes que permeten a les parts escapar de l'aplicació rigorosa de la lletra i l'esperit de les disposicions, el que pot reduir, a la llarga, la capacitat operativa d'aquests instruments. En tercer lloc, s'examina com, per tal de dotar aquest sector d'un enfocament més coherent i global, aquests tres acords internacionals han arribat a constituir un autèntic cluster normatiu per a la gestió dels residus i els productes químics, mitjançant el procés anomenat de sinergia que, havent produït importants avenços en les negociacions que tenen lloc al sí d'aquests tres instruments, no està exempt d'alguns qüestionaments.

The major role of anthropogenic chemical pollution as a threat to human health and the environment was already highlighted at the 1972 United Nations Conference on the Human Environment. Fifty years later, the efforts of the international community to reduce the generation of these products and their impact on human health and the environment appear to have been, so far, insufficient. Three international treaties, in particular, address the management of wastes and chemicals: the 1989 Basel Convention on the Control of Transboundary Movements of Hazardous Wastes and their Disposal, the 1998 Rotterdam Convention on the Prior Informed Consent Procedure for the Export of Certain Hazardous Chemicals and Pesticides in International Trade, and the 2001 Stockholm Convention on Persistent Organic Pollutants. The first part of this paper analyses these three instruments from the perspective of their goals and their scope of application, insofar as, being three autonomous agreements adopted at different times and with different specific purposes, they share the same overall objective of protecting human health and the environment. Secondly, it reviews various aspects that illustrate the difficulties encountered by the States Parties in fulfilling their commitment to prioritize the common objective of protecting the environment and public health in the face of the demands of multilateral trade. Thus, it notes the existence of some open doors that allow Parties to escape from the rigorous application of the letter and spirit of their provisions, which may ultimately reduce the operational capacity of these instruments. Thirdly, it examines how, in order to provide this sector with a more coherent and comprehensive approach, these three international agreements have come to constitute a regulatory cluster for the management of waste and chemicals, through the so-called synergy process which, although it has produced significant progress in the negotiations taking place within these three instruments, is not without its challenges.

Tabla de Contenidos

I. INTRODUCCIÓN
II. LOS OBJETIVOS Y EL ÁMBITO DE APLICACIÓN DE LOS CONVENIOS DE BASILEA, ROTTERDAM Y ESTOCOLMO:
1. Los objetivos de los Convenios de Basilea, Rotterdam y Estocolmo
2. El ámbito de aplicación de los Convenios de Basilea, Rotterdam y Estocolmo
III. LAS LIMITACIONES DE LOS CONVENIOS DE BASILEA, ROTTERDAM Y ESTOCOLMO:
1. Las limitaciones del procedimiento del consentimiento fundamentado previo y la creación de capacidades en los países en desarrollo
2. Las exenciones a la aplicación de algunas obligaciones convencionales
3. Un régimen paralelo mediante acuerdos bilaterales y multilaterales
4. Las dificultades para la inclusión de nuevos residuos y productos químicos
IV. LA AGRUPACIÓN Y VINCULACIÓN DE LOS CONVENIOS DE BASILEA, ROTTERDAM Y ESTOCOLMO:
1. La articulación del proceso de sinergia de Convenios de Basilea, Rotterdam y Estocolmo
2. Algunos claroscuros del proceso de sinergia de los Convenios de Basilea, Rotterdam y Estocolmo
V. CONSIDERACIONES FINALES

Notas

Basel, Rotterdam, and Stockholm: a permeable international regime for the management of hazardous waste and chemicals.


  • Formato: PDF
  • Número de páginas: 61
  • Tamaño: 519 Kb.
  • Lectura online

Agregar valoración

Para este apartado es necesario identificarse mediante la opción "Acceso" en el menú superior